viernes, 10 de junio de 2011

Pueblos originarios


Ya sea por modos de vivir, pensar, sentir y trabajar, por hablar una lengua distinta o mantener una identidad en la memoria del pasado, hay gente que considera que pertenece a pueblos que vivían en estas tierras antes de la colonización europea, todas estas personas pertenecerían a los pueblos originarios. Estos se hacen llamar como pueblo ya que quieren señalar que no son ni inferiores, ni superiores a las personas de otros pueblos, si no, que son un pueblo más.
Este dato es de gran relevancia ya que, cuando hace más de 500 años, los españoles llegaron a América, a esta la habitaban numerosos pueblos, en todas las regiones del continente: desde las mesetas áridas hasta la selva tropical, desde las punas y valles hasta las costas de mares y ríos. No eran iguales entre sí, no poseían la misma lengua ni la misma organización social, cultural, tecnología o modos de pensar. Sin embargo, los españoles los denominaron a todos de una misma manera: indios. Con esta palabra se los consideró iguales entre sí, homogéneos, por encima de las diferencias. Su equivalencia se planteaba teniendo en cuenta sólo una única característica: no ser europeos; y se combinó con una idea principal: para los españoles, los no europeos eran seres inferiores. Los indios, entonces, fueron considerados iguales entre sí, e inferiores a aquellos que venían del Viejo Continente.
Es así como nace la discriminación a los pueblos originarios, la cual continúa con el pasar del tiempo. Esta continuación se puede ver, por ejemplo,  luego de la Constitución de 1853-1860 con la exclusión hacia los pueblos originarios y las líneas genocidas como los avances militares sobre fronteras indígenas y las campañas del sur y del desierto (encabezada por el general Roca), inclusión militar en el gran Chaco (encabezada por el Ministro de Guerra Victorica) ya sea con fines de esclavitud, es decir, conseguir mano de obra indígena, como el avance de frontera para desterritorializar a los habitantes.
Esto, finalmente, llevo a que hubieran cambios en las identidades. Numerosos descendientes de aquellos pueblos se vieron impulsados durante siglos a ocultar y disimular su condición de aborígenes, ya que ser considerados indios los colocaba habitualmente en situación desigual frente al resto de la sociedad. A veces el largo disimulo trajo el olvido.
En la reforma de la constitución nacional se incorpora el art 75 inc. 17 donde se le otorga rango constitucional a sus derechos:
“Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y
propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.”
Artículo 75, Inciso 17 de la Constitución Nacional.
Y a fin de garantizar los derechos reconocidos constitucionalmente –regulados por el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y los convenios de Derechos Humanos Internacionales–, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas creó el Programa Nacional de Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas.
Actualmente en muchos lugares del país, hay gente que está recuperando su identidad como pueblo originario, a través de la memoria grupal. Incluso, han resurgido pueblos que se consideraban hasta hace poco "extinguidos" o casi extinguidos, como por ejemplo los ona, los huarpe, o los diaguita.
Surgen también, en el Canal Encuentro, ”Pueblos originarios”, la cual es una propuesta audiovisual que nos acerca a la mirada y a la voz de los pueblos originarios de la Argentina en toda su diversidad y riqueza, y que contribuye a consolidar el reconocimiento de la plurietnicidad y pluriculturalidad del país.
Los pueblos originarios, actualmente, luchan por recuperar su lengua y su educación, el pleno reconocimiento jurídico, recuperar sus tierras, y participar en la gestión de recursos naturales e intereses. En síntesis, se busca fortalecer la identidad originaria y, a la vez, que esta sea conocida y reconocida por la sociedad nacional.


CRÓNICA

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